domingo, 1 de noviembre de 2009

EL AMOR TODO LO PUEDE




Hoy quiero reflexionar sobre la supremacía del amor; amor a nuestros padres, hijos, pareja, amigos, a la naturaleza y a nosotros mismos.


Con amor todo es posible, sin el nada tiene sentido.

El libro sagrado, escrito desde la noche de los tiempos nos refiere sobre este tema:

-Corintios 13, 4-10-

“Si hablo las lenguas de los hombres y aún la de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.

Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios y se todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada.

Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aún si entrego mi propio cuerpo para tener de que enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.

Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, no grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad.

Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.

El amor jamás dejará de existir.

Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el amor. ”

Cuanta sabiduría hay en este pasaje! Sin tratar de inventar el hilo negro podemos constatar que todo está escrito en lo que al amor se refiere, cosas tan básicas y tan simples, pero que en ocasiones el ponerlo en la práctica es toda una proeza, todo un reto a vencer.

Cuantas veces no hemos puesto a prueba nuestra capacidad de amar: al sentirnos ofendidos, al ser lastimados, al ser golpeados; y es ahí cuando permitimos que ese sentimiento sea opacado por la sombra de la soberbia, el orgullo, el coraje, el resentimiento y el rencor.

Y sin embargo, con odiar no lastimamos a nadie, sólo a nosotros mismos al permitir que las llamas del coraje corroan nuestra alma y se transformen en dolores de cabeza, gastritis, úlceras y hasta cánceres. Y luego nos preguntamos porque nos enfermamos!

Y si, que sería del mundo sin amor? La ausencia de él ha provocado guerras, odios y egoísmos globales.


Que sería del ser humano sin amor? Acaso sólo un monstruo frio, arrogante, violento y enfermo interna y externamente?

Amemos al prójimo, principalmente a ese ser superior y a todas las personas a las que llamamos familia y disfrutemos de la gracia otorgada cada día al constatar un nuevo amanecer.

.......................................................................Hortenci@

2 comentarios:

Unknown dijo...

A veces, el hombre ante su soberbia, al verse rebasado por algo que no entiende intenta negar o justificar el hecho de ser superado. Si actuáramos diferente,si dejaramos que las cosas sencillas de la vida actuaran de la manera que se supone debieran, sin restringirlas, podriamos lograr tantas cosas como individuos y como raza. Felicidades, hay una gran profundidad en sus palabras.

Hortencia dijo...

Muchas gracias SUNKRS!