miércoles, 21 de octubre de 2009

A mi edad:



Me siento como aquella joven que ganó una caja de bombones; los primeros los comió con displicencia pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a consumirlos lentamente y a disfrutarlos más.



Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.


No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

Desprecio a los oportunistas y a las personas aranosas.


No tolero a los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Recuerdo ahora a Mario Andrade, que afirmó: “Las personas no discuten los contenidos, sólo sus títulos”


Mi tiempo es escaso como para discutir títulos; quiero la esencia. Mi alma tiene Prisa.

Sin muchos bombones en la caja, quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.


Que sepa reír de sus errores, que no se envanezca con sus triunfos, que no se considere electa antes de tiempo, que no huya de sus responsabilidades.

Que defienda la dignidad de los marginados y que desee tan sólo andar al lado de Dios.


Caminar junto a cosas y personas de verdad.

Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas.


Gente a quien los golpes duros de la vida, les enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Sí! Tengo prisa por vivir con la intensidad que solo la madurez puede dar.


Pretendo no desperdiciar parte alguna de los bombones que me quedan…
…porque estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.


Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con Dios.

APROVECHEMOS NUESTRO “TIEMPO MÁGICO” PORQUE EL TREN DE LA VIDA SIGUE AVANZANDO!!


------------------------------Anónimo--------------------

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